La respuesta corta es: ¡sí!
Muchos papás notan que sus bebés duermen mejor después de sus clases de natación… y no es casualidad. Este tipo de ejercicio tiene múltiples beneficios para su descanso. Te contamos por qué sucede y cómo aprovecharlo al máximo.
Aunque parezca que solo están chapoteando, en el agua los bebés hacen mucho ejercicio: se mueven, flotan, coordinan sus extremidades, activan músculos y están atentos a estímulos. Esta actividad física les ayuda a liberar energía y llegar más relajados a la hora de dormir.
El agua tibia, el contacto físico con mamá o papá, y el ambiente tranquilo de las clases crean un entorno de relajación. Esta sensación de bienestar puede reducir la ansiedad o el estrés del día y preparar su cuerpo para un mejor descanso
Cuando la natación forma parte de una rutina semanal, el cuerpo del bebé aprende a reconocerla como una actividad previa al descanso. Esto ayuda a establecer hábitos saludables de sueño desde los primeros meses.
La natación fortalece el sistema respiratorio y muscular. Un bebé que respira mejor y tiene un cuerpo más relajado, duerme mejor. Además, al estar activos en el agua, liberan hormonas que favorecen el descanso y la recuperación.
En Waterproof recibimos a tu bebé, y nuestras clases están diseñadas para que disfruten cada momento, acompañados de mamá, papá o el adulto que los acompaña. Nuestras piscinas son climatizadas, seguras y perfectas para una primera experiencia acuática llena de ternura y aprendizaje.
Si estás buscando una actividad que no solo sea divertida, sino que también ayude a tu bebé a dormir mejor, la natación es una excelente opción. ¡Agenda tu prueba diagnóstico!