El cloro es indispensable para mantener el agua de las piscinas limpia y libre de bacterias. Pero también puede afectar el cabello si no se toman las precauciones adecuadas. Cuidar tu cabello (o el de tus hijos) es parte de una buena rutina de natación.
El cloro elimina aceites naturales del cuero cabelludo, lo que puede provocar:
❌ Resequedad
❌ Fragilidad
❌ Puntas abiertas
❌ Cambios en el color, especialmente en cabellos teñidos o claros
En niños, el daño puede ser más notorio por la delicadeza de su cabello.
✔️ Usar gorro de natación
Es el primer paso para proteger el cabello. Aunque no lo mantiene 100% seco, reduce mucho la exposición directa al cloro.
✔️ Humedecer el cabello antes de entrar
Si lo mojas con agua limpia, el cabello absorberá menos cloro durante la clase.
✔️ Lavar después de cada sesión
Usa un shampoo suave (idealmente antiresiduos o específico para nadadores) y acondicionador para restaurar la hidratación.
✔️ Peinar y secar con cuidado
Evita frotar con la toalla. Mejor desenreda con peine de dientes anchos y aplica un tratamiento hidratante semanal.
Así como te esfuerzas por mejorar tu brazada, también debes cuidar tu cuerpo fuera del agua. Una rutina post-natación saludable garantiza no solo buen rendimiento, sino también una mejor autoestima y bienestar general.
Nadar no tiene que ser sinónimo de cabello seco o dañado. Con pequeños cuidados y buenos hábitos, puedes disfrutar al máximo de tus clases sin preocuparte por el cloro.
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