Seguridad acuática desde el primer año

Muchos padres se sorprenden al saber que los bebés pueden empezar a nadar desde los 6 meses. Pero lo cierto es que cuanto antes se inicien en el agua, más seguros y confiados serán en su desarrollo.

1. ¿Por qué empezar tan temprano?

Desde el primer año, los niños ya pueden familiarizarse con el agua, flotación y movimientos básicos. A esta edad, el miedo aún no se ha desarrollado por completo, lo que permite que la experiencia sea más natural y positiva.

2. Lo que se aprende… salva vidas

Aunque un bebé no “nada” como tal, en clases tempranas aprenden a:

  • Controlar la respiración
  • Flotar de espaldas
  • Buscar el borde
  • Reaccionar en caso de caída accidental

Todo esto, sin dejar de lado el acompañamiento y cariño de sus padres en el agua.

3. Seguridad desde el juego

Las clases de matronatación combinan juego, estimulación temprana y ejercicios seguros que fortalecen el cuerpo y el vínculo emocional. Pero también forman la base de una conciencia acuática temprana: el agua es para disfrutar, pero también para respetar.

4. Un entorno preparado hace la diferencia

En Waterproof, cada clase está pensada para garantizar seguridad:
✔️ Piscinas temperadas entre 28° y 30°
✔️ Instructores capacitados en enseñanza infantil y primeros auxilios
✔️ Grupos pequeños y atención personalizada
✔️ Materiales adecuados para cada etapa

La seguridad acuática empieza desde el primer año de vida. Enseñar a los más pequeños a disfrutar y respetar el agua no solo es un regalo… es una protección para toda la vida. 

Porque en Waterproof, aprender a nadar también es aprender a cuidarse, ¡Agenda una prueba diagnóstico con nosotros!

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